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En estos casi dos años y medio que llevamos de la presente legislatura, muchos son los cambios que se han producido en cuanto al funcionamiento del Pleno del Ayuntamiento, máximo órgano de representación de todos los ciudadanos de nuestro pueblo, así como en las comisiones informativas. Tres fueron las comisiones que se constituyeron, a principio de legislatura, en las cuales estaban representados los dos grupos políticos que conforman la corporación municipal. Por un lado, la Comisión especial de Cuentas e Informativa de Hacienda, Patrimonio y Régimen Interior. Otra, de Servicios Comunitarios, Urbanismo y Obras Públicas. Y por último, la comisión de Políticas Sectoriales y Bienestar Social. Resulta un tanto llamativo que de estas tres comisiones, en las que supuestamente se deben tratar asuntos referidos a cada una de las materias que se tratarán en Pleno, solo dos de ellas tienen un funcionamiento más o menos periódico. Pero es de extrañar que la comisión de Políticas Sectoriales y Bienestar Social, desde que se creó en junio de 2007, no se ha reunido ni una sola vez. Y yo me pregunto: ¿es que en todo este tiempo no ha habido cuestiones sociales que afecten al pueblo de Alguazas y a sus ciudadanos? Resulta un tanto curioso, por no decir preocupante.
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Una de las primeras medidas que adoptó el alcalde de nuestro pueblo fue quitar las máximas competencias posibles al pleno de la corporación; por ejemplo, en materia de contratación, de urbanismo, de bienes y derechos, en gestión financiera. Competencias, todas ellas, que tenía atribuidas el Pleno municipal en legislaturas anteriores. Otra medida que el alcalde adoptó, hace más de un año, fue la referida a la contestación a las preguntas orales que le realizamos desde el Grupo Municipal Socialista en los plenos ordinarios (se celebran cada dos meses). A principio de legislatura, estas preguntas se nos contestaban en el mismo momento en que las realizábamos. Curioso era que las preguntas las dirigíamos al concejal correspondiente, pero siempre eran contestadas por el alcalde. Pasados unos meses de legislatura, el alcalde adoptó la postura de dar contestación en el siguiente pleno. Como he dicho anteriormente, los plenos ordinarios se celebran cada dos meses. Esta actitud hace que me plantee las siguientes preguntas: ¿Qué miedo tiene el alcalde a contestar en la misma sesión en la que se hace la pregunta?, y ¿por qué el alcalde no deja contestar a sus concejales?
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En mi opinión, los ciudadanos de nuestro pueblo merecen otra forma de gobernar y otra forma de gestionar el Ayuntamiento. Una forma de gobernar donde el Pleno sea realmente el lugar de representación de todos los ciudadanos, donde cada uno de los trece concejales sean verdaderamente portavoces de los hombres y mujeres de nuestro pueblo. Bien sean concejales del equipo de gobierno, bien concejales de la oposición. Porque no toda la verdad la tiene el Partido Popular, ni toda la verdad la tiene el Partido Socialista. Pero el entendimiento de todos siempre será lo mejor para nuestros vecinos.
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