miércoles, 25 de marzo de 2009

EL CONCEJAL ALMAGRO, OTRA VEZ CONTRA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

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Nos preocupa mucho que algunas personas sientan tan poco respeto hacia un derecho fundamental como es la libertad de expresión, pero nos preocupa aún más que estas personas ocupen cargos públicos y que desde ellos quieran imponer sus ideas a base de amenazas y censuras.

El pasado 28 de febrero, en la concentración contra la ubicación de la nueva depuradora, la policía se dedicó a fotografiar y grabar en video a los asistentes. No es la primera vez que el concejal de Policía y Seguridad Ciudadana Fernando Almagro intenta reprimir la voz del pueblo; recordemos que ya obligó a retirar la pancarta de la plataforma vecinal en la primera concentración.

Así lo recoge el diario digital Vega Media Press en la siguiente noticia del día 23 de marzo:

POLICIAS Y MANIFESTACIONES: DE ALGUAZAS A BARCELONA

23/03/09 Chema Gil/Vegamediapress

Si el alcalde no quiere "caldo" ustedes pueden darle un cazo con cucharón y le dejan debajo del despacho cinco o seis bombas fétidas


(La policía de Alguazas te fotografía, te graba, te vigilia, te...)

Escribía Concepción Arenal que “La dignidad es el respeto que una persona tiene de sí misma y quien la tiene no puede hacer nada que lo vuelva despreciable a sus propios ojos”. Hace unos días los vecinos de Alguazas se concentraron para protestar por los malos olores que una depuradora puede llevar hasta sus hogares. Vecinos pacíficos, preocupados, se reunieron para protestar en buena lid y de forma pacífica. La Policía Local del municipio, la que debe estar para proteger el derecho constitucional de los vecinos a reunirse y a manifestar sus quejas, se dedicó a grabar sus movimientos. Ese comportamiento ¿a qué responde?, ¿a un protocolo de prevención de disturbios o a la curiosidad malsana, cutre y fiscalizadora de algún politicucho municipal de ‘tres al cuarto’ o algún jefecillo policial con aires de sheriff del condado?, quizá sea la consecuencia de una mezcla de ambos componentes algún policía creído de sí mismo con el aliento de algún político medio ‘atontao’.

Algunos vecinos ya manifiestan su miedo a posibles consecuencias por haber acudido a esa manifestación…¿¡¡¡pero cómo es posible que exista un miedo así!!!?, ¿es porque pueden sufrir consecuencias?, pues ya saben, lo que tienen que hacer es reunirse todos los días en la puerta del Ayuntamiento, media hora de cacerolada; si el alcalde no quiere ‘caldo’ ustedes pueden darle un cazo con cucharón, todos los días durante media hora, y le dejan debajo del despacho cinco o seis ‘bombitas fétidas’ para que se entere de los motivos por los que ustedes están preocupados.

A los alcaldes y alcaldesas caciquiles lo único que hay que hacer es darles de su propia medicina –eso sí, dentro de la Ley, con gracia y un puntito de mala leche-; si se dejan subyugar una vez, porque un señor vestido de policía pero absolutamente alejado de su dignidad profesional, obedeciendo órdenes de alguien en plan cacique, pueden ir preparándose para que cada vez que le salga de las narices al político de turno de su pueblo, ustedes tengan que agachar la cabeza y aguantar, así no podrán mirarse al espejo y harán que al impresentable de turno se le suba el poder a la cabeza, si ustedes se lo permiten, es lo que hará. Entérense los vecinos, vivimos en una democracia occidental, un Estado de Derecho, donde todos, los primeros los poderes públicos, están sometidos a la Ley…en Alguazas también aunque algún neofascista crea que el pueblo es suyo.

En Barcelona, el otro día, unos mandos policiales y los mossos d’squadra a sus órdenes creyeron que Barcelona era su coto privado de caza y salieron a disolver una manifestación estudiantil, repartiendo goma a diestra y siniestra. Daba lo mismo que fuera un niño de diez años o un periodista. Los Mossos actuaron como esos soldados de fortuna que durante un conflicto bélico entran en una población y lo primero que hacen es echar a los cámaras de televisión y a los periodista para que no haya testigos y, ya puestos, si pueden arrearle algún gomazo al plumilla de turno mejor, ¡eso que se lleva!. ¿Ven ustedes?, policías gilipollas podemos encontrar en dos sitios tan alejados como Alguazas y Barcelona, menos mal que son los menos. Pero lo peor es encontrar políticos que no asumen ninguna responsabilidad; ni en Alguazas dimitirá nadie (conjugar el verbo dimitir es difícil), ni en Barcelona tampoco.

Nunca pensé en un hermanamiento tan absurdo, parece de película de Paco Martínez Soria: Protagonistas, un policía local de Alguazas aficionado a grabar manifestaciones recibiendo palos de un Mosso d’squadra, por grabar. Protagonistas secundarios, dos políticos incompetentes, también de Alguazas y Barcelona apostando por quién es más impresentable, aunque puedo asegurarles que se diferencian poco. Lo que sí sé es que a los dos los mandaría a una depuradora a coger porrina, aunque creo que ni siquiera sabrán hacerlo, porque para eso hay que agachar el lomo y trabajar, y de eso, nuestros políticos, poquito, lo justo.
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